Tras el duro revés, más por juego que por resultado, sufrido la semana pasada por el Bahía de Cádiz, este nuevo encuentro se veía como una buena oportunidad para poner en práctica algunas de las medidas acordadas por el vestuario gaditano.
De solo ver el once de inicio podían verse algunos cambios notables, como la inclusión de Javi Amezaga en el centro del campo, y la vuelta de Carlos al lateral izquierdo. Además, el esquema de juego se volvió cambiar, retomando el 4-4-1-1 que tan buenos resultados había dado en épocas pasadas.
Pero lo mas notable fue el cambio de aptitud de algunos de los jugadores más apáticos del principio. Esto se vio plasmado en una presión asfixiante que ahogó durante muchos minutos la salida de balón azulina.
A pesar de no estar preparado que la presión de hiciese tan arriba, el empuje de los rojillos hacía que las líneas se situaran mas cerca del área defendida por los jugadores locales, lo que provocaba un reguero de balones recuperados que provocaron algunas de las mejores ocasiones de gol del partido.
Abel tuvo la primera cuando, un balón colgado al área era pifiado por la defensa, que no acertó a despejarlo. El rápido jugador gaditano no se esperaba el fallo de Demichelis, lo que provocó que reaccionase más lentamente de lo habitual en él, dando la opción a la defensa de rehacerse y anular esta clara ocasión para haber puesto por delante a su equipo.
La presión era efectiva y permitía ocasiones como la de Antonio, que pudo haber adornado su gran partido si el meta isleño no le hubiese detenido un colocado disparo a media distancia. Tuvo que ser el jugador más efectivo de cara a portería el que cambiase el empate en el marcador. Un magistral pase en profundidad de Pedro, que minutos antes había estado a punto de abrir la lata en un potente disparo lejano, era aprovechado por Moi para adelantar a los gaditanos. El delantero resolvió de forma magnífica el mano a mano con el meta isleño, colocando el balón donde no podía llegar.
Minutos mas tarde fue Abel el que pudo decidir el partido en una rápida incursión por banda. Su disparo a puerta salió excesivamente cruzado, en lo que pudo ser el dos a cero.
Esta fue la última gran ocasión para los gaditanos, que a partir de este momento comenzaron a notar el esfuerzo físico realizado. La presión ya no era tan intensa y los centrales no habían acertado a retrasar un poco su posición para contrarrestar este hecho. Así, en un corner a favor del Bahía de Cádiz llegó la jugada del gol que, a la postre, sería definitivo. El saque de esquina botado por Moi en corto era controlado por Antonio que vio la clara subida de Gonzalo, que se sumaba al ataque desde el centro de la defensa. El central no acertó a pegarle al esférico llegando este a los pies de la zaga isleña que envió un rápido pase en largo a Javi que inició la contra. Su carrera por banda izquierda finalizó en un pase de la muerte que Ernesto solo tuvo que empujar al fondo de la portería de Jesús Flores.
Si había una manera de que los isleños, tal como estaban jugando anotasen era esta. La ambición y las ganas de aumentar la diferencia de goles les había causado una mala pasada, permitiendo que se escapase un partido que tenían totalmente controlado.
De aquí al final un disparo lejano de Javi Peña y un par de intentos de contra por parte de los azulinos que fueron bien anulados por Carlos y el resto de la defensa gaditana. Un partido bien jugado que se escapaba en los últimos instantes pero que da una idea de que el equipo de la elástica roja tiene capacidad para jugar bien al fútbol a base de lucha y presión.
PUNTOS MARCA:
- Jesús Flores **
- Gonzalo ***
- Dani Salinas ***
- Carlos ***
- Pedro ****
- Javi Peña ***
- Javi Amezaga ***
- Abel ***
- Javi Román ***
- Antonio ****
- Moi *****
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